Es un acuerdo histórico entre los bancos centrales y los supervisores, para reforzar la solvencia y liquidez de las entidades de crédito. El objetivo es evitar crisis financieras, o si se produce, que sean las propias entidades las que asuman las pérdidas, no los bancos centrales y los impuestos de los ciudadanos.
Dependiendo de las aportaciones de cada país, bancos importantes, como el de Reino Unido, no le supondrá un gran esfuerzo para llevar a cabo estas medidas. Sin embargo, este acuerdo sí requiere un gran esfuerzo para otros bancos de menor envergadura, como por ejemplo algunos alemanes.
Es un nuevo marco normativo mundial sobre las normas de adecuación de capital del banco y de liquidez acordadas por los miembros del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. El tercero de los Acuerdos de Basilea, desarrollado en respuesta a La crisis financiera. Basilea III, refuerza los requisitos de capital bancario e introduce nuevos requisitos regulatorios en la liquidez bancaria y el apalancamiento bancario. La OCDE estima que la aplicación de Basilea III se reducirá el crecimiento anual del PIB en 0,15 puntos porcentuales a 0,05.
Históricamente en el 2008 fue celebrada, una reunión cumbre en Washington sobre la situación financiera y la crisis; en la cual intervinieron los líderes del Grupo-20. Esto causó que a continuación el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, formado por representantes de los siguientes países: Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong SAR, India, Indonesia, Italia, Japón, Corea, Luxemburgo, México, Holanda, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Sur África, España, Suiza, Suecia, Turquía, Reino Unido y EEUU; se implicara en ello, y tras muchas propuestas y estudios, en 2010 se fijara un acuerdo que fortaleciera los requisitos que entonces estaban establecidos.
Los ciudadanos creen que esto no va con ellos, pero lo cierto es que sí pues para adaptarse a la nueva situación, las entidades de crédito van a tener que cambiar su modelo de negocio, , retribuyendo menos por los depósitos y cobrando más por el dinero que presten, así como por los servicios bancarios tradicionales. Al mismo tiempo los accionistas podrán encontrarse con ampliaciones de capital así como recortes en los dividendos, que pueden hacer caer sus cotizaciones. Ante esta situación el inversor no deberá sorprenderse de que las entidades financieras españolas intenten captar sus ahorros para su capital propio, en lugar de hacerles las recomendaciones más atractivas para obtener buenas rentabilidades a sus patrimonios, en los mercados de capitales internacionales.
Las gestoras internacionales serán las que saquen beneficio de esta situación que comercializan sus productos en nuestro país, dado que sólo ellas intentarán buscar los activos más rentables para los inversores en los distintos mercados internacionales. Es mas los últimos datos demuestran que van ganando cuota de mercado en fondos de inversión a las gestores nacionales, tendencia en aumento según vayan pasando los meses y los años. El inversor español se ha despertado con la crisis financiera, ahora es mas exigente, contrasta información, para detectar quienes realmente le recomiendan lo mejor para obtener mayores rentabilidades.
Los requisitos derivados de este acuerdo, se implantaran a largo plazo y deberán ser cumplidos totalmente a partir del 1019, pero aunque falta bastante ya son muchos los bancos que están adaptando las medidas al nuevo reglamento.
· Los bancos deben contar con un mínimo en el capital ordinario del que disponen el cual actualmente es del, 2%. Con la implantación de Basilea III, incrementará hasta un 4.5%.
· El colchón de conservación del capital deberá ser de un 2.5%. Está previsto que sea aplicado un colchón anti cíclico que se moverá des de un 0% hasta el 2.5%, dependiendo de cada país.
· Que las reservas de activos de las que actualmente disponen los bancos han aumentado de un 2% hasta un 7%, lo que supone una mayor capacidad para hacer frente a las pérdidas.